Comprendiendo el melanoma

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que surge de las células melanocíticas, las cuales son las encargadas de producir melanina (el pigmento que da color a la piel). Aunque el melanoma es un tipo de cáncer relativamente raro, es el más agresivo y el que tiene mayor índice de mortalidad entre los cánceres de piel.


La mayoría de los casos de melanoma se presentan en personas con piel clara, que han tenido alguna exposición significativa a la radiación ultravioleta (UV). Esta exposición puede provenir tanto del sol como de los rayos ultravioleta artificiales (como los usados en los salones de bronceado).


A medida que el melanoma avanza, puede propagarse a órganos y tejidos cercanos, como los pulmones, el hígado y los ganglios linfáticos. Esto puede llevar a una etapa más avanzada llamada estadío tardío, donde el melanoma se ha extendido a áreas distantes del cuerpo. Esto puede ser potencialmente mortal y requerir un tratamiento más agresivo.


Por esta razón, el tratamiento temprano es esencial para mejorar las posibilidades de supervivencia. Para detectar el melanoma, los dermatólogos suelen realizar un examen de la piel para buscar lesiones sospechosas. Estas lesiones pueden ser manchas, lunares o protuberancias con colores irregulares, contornos irregulares o un diámetro superior a seis milímetros.


Los médicos también pueden recomendar una biopsia para confirmar el diagnóstico. Una vez diagnosticado el melanoma, los tratamientos más comunes incluyen la cirugía para extirpar la lesión, la radioterapia, inmunoterapia, cirugía, la quimioterapia y terapia dirigida.. La elección del tratamiento depende de la etapa en la que se encuentre el cáncer.


Además de los tratamientos médicos, hay algunas medidas que se pueden tomar para prevenir el melanoma, como evitar la exposición excesiva al sol y usar bloqueador solar con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30. También es útil revisar periódicamente la piel para detectar cualquier lesión sospechosa.


El melanoma es un cáncer de piel potencialmente grave, pero también es el menos común de todos los cánceres de piel. Si se detecta a tiempo, hay buenas posibilidades de curación. Por esta razón, es importante que todos realicemos exámenes de la piel y tomemos las medidas necesarias para prevenir este tipo de cáncer.